….Fast fashion: Impacting people and the environment..Moda rápida: impactando a las personas y al medio ambiente….
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Do we ever stop to think about the clothes we are wearing? About the fiber, the factory where they were made, how long they’ll last before they’re traded for something new?
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¿Nos detenemos alguna vez a pensar en la ropa que llevamos puesta? Sobre la fibra, la fábrica donde se fabricaron, ¿cuánto tiempo durarán antes de que se cambien por algo nuevo?
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People have gotten used to the fact that their lives are now 24/7, constantly connected, consuming and sharing information. It’s gotten to the point that if it’s not in a picture, it didn’t happen, but what’s more, so many of their possessions have become disposable because of this. An area where this is most notable is in fast fashion, where it’s critical to have the newest and trendiest items at an accessible price, but to whom?
But, what is fast fashion? Merriam Webster defines it as “ an approach to the design, creation, and marketing of clothing fashion that emphasizes making fashion trends quickly and cheaply available to consumers”. What this leaves out is the impact this industry has on the environment and people. Internationally, this industry employees one out of six people, but only 2% of them earn a living wage. The UNECE reports that the fashion industry is the second-largest consumer of water worldwide.
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La gente se ha acostumbrado al hecho de que sus vidas ahora están las 24 horas del día, los 7 días de la semana, constantemente conectadas, consumiendo y compartiendo información. Ha llegado al punto de que si no está en una foto, no sucedió, pero lo que es más, muchas de sus posesiones se han vuelto desechables debido a esto. Un área donde esto es más notable es la moda rápida, donde es fundamental tener los artículos más nuevos y de moda a un precio accesible, pero ¿para quién?
Pero, ¿qué es la moda rápida? Merriam Webster lo define como “un enfoque para el diseño, la creación y el marketing de la moda que enfatiza que las tendencias de la moda estén disponibles para los consumidores de manera rápida y económica”. Lo que esto deja de lado es el impacto que tiene esta industria en el medio ambiente y en las personas. A nivel internacional, esta industria emplea a una de cada seis personas, pero solo el 2% de ellas gana un salario digno. La UNECE informa que la industria de la moda es el segundo mayor consumidor de agua del mundo.
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Fibers, waste and the environment
When looking at one’s closet, odds are that most of the clothing in it is made from synthetic fibers, which in turn release microplastics when washed. The Union for Conservation of Nature estimates that 35% of all microplastics in the ocean come from the laundering of synthetic textiles. If all of this information feels overwhelming, it’s because it is. The impact of the fast fashion industry and the consumers’ decision to participate in it is far reaching and impacting. The need to consistently replace clothing with new and trendy options is unsustainable. The United Nations Environment Programme reported that every second, the equivalent of a garbage truck, full of clothes is burned or dumped in a landfill.
Sustainable alternatives
But there is still hope. There are people, brands and communities innovating in textiles, manufacturing practices and even pricing. The key here is to learn and go beyond the moment of pure bliss when we find something in the “it” color and a steal. There’s definitely more planning in the process, looking for items that should be treated as investment pieces, not just for a season or a party. It will make us reconsider our disposable consumer trends and go back when lifestyles were simpler. Reading the fiber content label might need to become part of the buying process so we can choose organic or regenerated fibers.
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Fibras, residuos y el ambiente
Al mirar el armario de uno, es probable que la mayoría de la ropa que contiene esté hecha de fibras sintéticas, que a su vez liberan microplásticos cuando se lavan. La Unión para la Conservación de la Naturaleza estima que el 35% de todos los microplásticos en el océano provienen del lavado de textiles sintéticos. Si toda esta información se siente abrumadora, es porque lo es. El impacto de la industria de la moda rápida y la decisión de los consumidores de participar en ella es de gran alcance e impacto. La necesidad de reemplazar constantemente la ropa con opciones nuevas y modernas es insostenible. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente informó que cada segundo, el equivalente a un camión de basura lleno de ropa se quema o se tira en un vertedero.
Alternativas sostenibles
Pero aún hay esperanza. Hay personas, marcas y comunidades que innovan en textiles, prácticas de fabricación e incluso precios. La clave aquí es aprender e ir más allá del momento de pura felicidad cuando encontramos algo en el color y en descuento. Definitivamente, hay más planificación en el proceso, buscando artículos que deban tratarse como piezas de inversión, no solo para una temporada o una fiesta. Nos hará reconsiderar nuestras tendencias de consumo desechables y retroceder cuando los estilos de vida eran más simples. Es posible que la lectura de la etiqueta de contenido de fibra deba convertirse en parte del proceso de compra para que podamos elegir fibras orgánicas o regeneradas.
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Choosing textiles such as ECONYL®, which is a 100% regenerated nylon fiber crafted from waste such as abandoned fishing nets can transform traditional shopping. Tencel™ Lyocell and Modal fibers are also an option where the fibers are certified as compostable and biodegradable. There’s always the opportunity to invest in pieces from brands that collaborate with artisans, where people can support traditional techniques and a more sustainable, small batch production. Becoming a more responsible consumer is a learning process, and no one should expect to get it 100% right, the important thing is that people get on that train and start changing.
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Escoger textiles como ECONYL®, que es una fibra de nailon 100% regenerada elaborada a partir de desechos como las redes de pesca abandonadas, puede transformar las compras tradicionales. Las fibras Tencel ™ , Lyocell y Modal también son una opción las cuales son fibras que están certificadas como compostables y biodegradables. Siempre existe la oportunidad de invertir en piezas de marcas que colaboran con artesanos, donde las personas pueden apoyar las técnicas tradicionales y una producción de lotes pequeños más sostenible. Convertirse en un consumidor más responsable es un proceso de aprendizaje, y nadie debe esperar hacerlo 100% bien, lo importante es que la gente se suba a ese tren y empiece a cambiar.
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Flor García Delgado is the co-founder of Ni|BEACHWEAR, an ethically made resortwear brand based in the west coast of Puerto Rico. Her background is in fashion, marketing and e-commerce. She lives by the idea that sustainable living is an ever evolving process and loves animals and being outdoors. Ni|BEACHWEAR is an ethically made resortwear brand that focuses on minimalist, sophisticated designs inspired by authentic island life.
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Flor García Delgado es la co-fundadora de Ni | BEACHWEAR, una marca de ropa de playa hecha éticamente con base en la costa oeste de Puerto Rico. Tiene experiencia en moda, marketing y comercio electrónico. Vive con la idea de que la vida sostenible es un proceso en constante evolución y ama a los animales y estar al aire libre. Ni | BEACHWEAR es una marca de ropa de playa hecha de forma ética que se centra en diseños minimalistas y sofisticados inspirados en la auténtica vida isleña.